La fotografía como arte
El artista de la temporada (entrevista)
P. Cavanno, Cuéntanos un poco sobre las obras de “Homagénea” que exhibes en Valid Foto ¿De dónde y cómo surgió originalmente la idea y la fotografía como arte?.
R. Alisa, Las obras que están expuestas ahora bajo el nombre “Homogènea” en la Galería es la continuación de nuestra primera colaboración con Valid Foto BCN, la exposición que organizamos hace un año que se llamaba “Debut”. Aquello fue un conjunto de imágenes que habíamos seleccionado con la Galería para exponer mis trabajos por primera vez. Presentarme, ver como funciona mi obra en un espacio expositivo, ver la reacciona del público. Yo entonces aún era estudiante, tenía muchas dudas, y poca experiencia.
Ahora retomamos, esta exposición, y vamos añadiendo nuevas imágenes que van surgiendo. El hecho de que haya referencias de diferentes etapas (empezamos desde el 2017) nos permite ver todo el camino, la continuidad (la homogeneidad) y el desarrollo. Personalmente, esta línea visual y temporal me ayuda a alejarme de mis propias imágenes, fijar hasta donde he llegado, en que punto estoy, analizar y seguir con mi búsqueda de la dirección y del estilo propio.
P. Cavanno, No sé exactamente cuánto tiempo llevas viviendo en Barcelona, pero me gustaría conocer tu opinión sobre la escena artística local. Crees que existe algún movimiento, institución, centro, organización, por ejemplo y en concreto. Que pueda ser relevante para ser mencionado/s?.
R. Alisa, Mi abuela, cuando yo empecé a hacer fotografía, siempre decía: “vale, Alisa, fotos, muy bien, me parece perfecto que tengas este hobby, pero… de qué vas a vivir? de qué vas a trabajar?”. Y no era porque tuviera 80 años, yo con mis 25 tenía la misma mentalidad. Nací en la Unión Soviética, crecí más allá de los Urales, en una ciudad donde había solo un museo (y era de pintura local del siglo 19). El concepto de La fotografía como obra de arte para nosotros no existía, ni existe hoy en día. La fotografía es una herramienta para captar el momento: una boda, un aniversario, el nacimiento de un hijo. Y no es que no haya fotografía de autor y búsquedas creativas, las hay, hay fotógrafos jóvenes con mucho talento y energía, pero es muy muy muy difícil encontrar una salida laboral en este campo, crecer profesionalmente, tener perspectivas.
Por eso, cuando vine a Barcelona, recuerdo que los primeros meses, caminando por las calles, estuve a punto de llorar: una galería de arte, otra galería de fotografía, un instituto de fotografía, otra escuela de fotografía, una feria, una exposición, un ciclo de conferencias y mesas redondas dedicadas a la fotografía… Es difícil explicar hasta qué punto para mí todo esto sonaba surreal. Demasiado bueno para ser verdad.
Vine a Barcelona para estudiar fotografía (dejando ahora aparte los temas sociales y políticos que hacían mi vida en mi propio país complicada por no decir imposible). Sentía que necesitaba una formación. Una base sólida que me permitiera avanzar profesionalmente.
Así, un día me encontré apuntada a un curso de fotografía en Barcelona, y no era corto, era una formación de 3 años. Empecé mis estudios en el IEFC, y durante este tiempo tuvimos la oportunidad de probar todo lo que existe y había existido hasta aquel momento en la fotografía. Exploramos la fotografía analógica. Tuvimos horas y horas de teoría de aspectos tecnológicos y competitivos, trabajamos con las cámaras de medio formato, de gran formato, de cámaras hechas de una caja de cartón. El abanico de asignaturas era increíble: historia de fotografía, paisaje, desnudo, fotografía, editorial, fotografía creativa y muchas muchas más. Es impresionante la cantidad de información que recibí, y estoy eternamente agradecida a mis profesores y a todos los que estuvieron conmigo durante este tiempo.
Siempre había pensado que existe un secreto para hacer una buena fotografía. Y creo que durante estos años de estudios lo descubrí. El secreto es: coger la cámara, practicar, equivocarse, fracasar, analizar y volver a coger la cámara. Tan fácil como esto.

¿Porqué la fotografía es un arte?
P. Cavanno, ¿Quién es Alisa Sibirskaya? Cuéntanos sobre tí y tu origen, cómo te metiste en la Fotografía como expresión artística?
R. Alisa, Sí, me llamo Alisa Sibirskaya y “Sibirskaya”, que es mi apellido, significa “de Siberia”. Creo que nos condiciona mucho el lugar, el ambiente en el que nacemos, crecemos, y no soy una excepción. A mí, me tocó nacer en una región donde el invierno dura 9 meses al año, en una ciudad a tres días de viaje en tren de la capital. Y justo por este aislamiento, esta inmovilidad, por esta falta de color y calor, de algo que alegre la vista, siempre, desde muy pequeña, tendía a crear algo a mi alrededor a lo que no tenía acceso fácil en la vida real. Inventar.
De niña, en vez de ir a una escuela “normal”, iba a un centro dedicado a la enseñanza de la música. Estudiaba violín, piano, canto, teoría musical y composición. A los 16 años mi vida se concentró en el teatro. Y más tarde me gradué en artes dramáticas, que, sabemos, es una escapada de la realidad, de nuestra dimensión para ir a algún universo paralelo.

Hoy en día soy fotógrafa, pero, de alguna manera, pienso que nunca he cambiado de profesión. Sigo haciendo lo mismo que hacía cuando tenía 6, 16 o 26 años. Solo modifico de herramienta: antes era un violín, luego el cuerpo, la voz, ahora es mi cámara y la luz. Creo que todos estamos de acuerdo que la fotografía es una síntesis de varias artes. Podemos basar nuestros proyectos en las obras literarias, educar la vista y aprender la composición de la pintura, inspirarnos en la música, aplicar algunas técnicas teatrales en el momento de trabajar con los modelos, buscar dinamismo, posiciones y gestos en la danza. Este conjunto, esta mezcla, puede llevar a unos resultados muy curiosos.
Fotografía y procesos
P. Cavanno, Intertextualidad […] ¿de dónde nace tu concepto fotográfico?. ¿tus modelos, escenas o referencias, por decirlo así… son lugares y personas narrados y a veces imaginados, pero retratadas con una clara alusión a lo clásico en un contexto contemporáneo. Existe una intención de construir un relato intertextual de la imagen?.
R. Alisa, Creo que en el arte no es siempre fácil y del todo sincero hablar de la intención. Por lo menos, en mi caso el proceso de la edición y, sobre todo, del fotomontaje, no siempre es un proceso racional y explicable. A veces es similar a la técnica de escritura automática practicada en el siglo pasado, cuando, bloqueando los mecanismos racionales, analíticos y reflexivos, uno permitía que su inconsciente se derramara sobre el papel.
Soy fotógrafa: utilizo la luz y la cámara para reflexionar, para hablar de lo que amo, cuestiono, de lo que me alegra o irrita, de lo que dudo o quiero superar. Por muchos faunos y sirenas que aparecen en mis historias, las imágenes siempre son una especie de diario personal. Y este diario es mío.
Soy partidaria de la idea de que la Fotografía-Arte, como cualquier disciplina artística, no va de inspiración, sino de sublimación. Tiene un efecto terapéutico. Buscamos una salida para nuestra energía acumulada y la dirigimos hacia un proceso creativo, en vez de destructivo. El arte es el mecanismo de defensa más bello que existe. Que estamos viviendo en la época de post (o -pospost, o -meta) modernismo? Seguro. Todo está hecho, dicho, inventado y reinventado ya un par de veces. Lo único que no ha existido hasta ahora somos nosotros. Seguimos “enchufando” conectándonos a la experiencia cultural acumulada para interpretar, desarrollar, cuestionar o romper, y, con suerte, de vez en cuando logramos resultados interesantes.
P. Cavanno, Cuando observo tus imágenes me sugieren un aire intimista y dramático de los sujetos retratados. Hasta cierto punto, percibo una atmósfera divino-melancólico en el uso de la luz. Existe alguna relación de tus imágenes con el preciosismo, el arte barroco (Horror vacui), el intimismo, lo divino-religioso o la autorreferencialidad?.
R. Alisa, Hablando de nuestra profesión sobra mencionar la importancia de la luz, los efectos y las consecuencias que puede tener elegir un tipo de iluminación u otro. Una persona iluminada de una manera u otra se convierte en dos personajes antagónicos, las sombras duras y profundas añaden dramatismo a la escena, mientras que la luz más suave y envolvente lo cambia todo y nos proporciona una sensación de descanso o misterio.

Para mí, aún, no se ha inventado un lugar mejor donde aprender sobre la luz que los museos y las galerías que albergan obras de los grandes maestros del arte. Algunos sumergían sus personajes iluminados en la sombra, otros al revés, sacaban la información desde la oscuridad, desde la nada. Algunos optaban por la luz natural que entra por la ventana, otros por la luz artificial de una vela o del fuego, en los cuadros de los terceros vemos que la luz es emitida por los personajes mismos, es una luz interior. Disfruto buscando y explorando qué densidad y plasticidad puede tener una sombra, que cantidad, calidad y dirección puede tener la luz; puedo dedicar a esta búsqueda una buena parte del tiempo de la sesión. Creo que si en nuestro oficio hay magia, se esconde detrás de un foco.
La fotografía como obra de arte
P.- Cavanno, Siempre que trabajas en la construcción de una serie o conjunto de imágenes con la fotografía, ¿cuáles son las cualidades específicas que destacarías en tu proceso creativo, que te resultara particularmente interesante y si recurres alguna vez en tus proyectos a estilos, influencias o lenguajes en concreto, para producir tu obra de arte?
R. Alisa, Supongo que cada artista describiría su proceso creativo o el momento cuando le surge una idea, de forma diferente. En mi caso, diría que el inicio siempre es bastante espontáneo y accidental. No existe una receta única, ni un esquema estándar. Puedo fijarme en el movimiento de la luz cálida de una vela, o encontrar una cesta vieja en un mercadillo, o notar una mirada haciendo cola en una oficina de correos, pensar en curiosa contradicción entre dos elementos mutuamente excluyentes puestos juntos, quedar con un amigo, me cuenta sus últimas noticias y de repente le propongo contar esta historia fotográficamente… Luego viene la fase de experimentos, pruebas y desarrollo; a lo mejor surge una imágen, y esta abre camino a una serie. Pero el inicio, el comienzo, es así, súbito, inesperado.
No enviamos las cartas de invitación a una idea; vienen sin avisar, sin cita previa. Por eso es tan importante vivir con los ojos abiertos y prestar atención a los detalles, para, cuando la idea llegue y llame, estar preparado y oír estos “golpes” (que pueden ser muy ligeros) en la puerta. Al menos este es mi método.
P. Cavanno, Cuéntame, ¿cómo construyes tus escenarios?. Creas atmósferas, harta cierto punto pictóricas a mi parecer… ¿cómo obtienes esos resultados plásticos, técnica, formal y fotográficamente hablando?
R. Alisa, Empecé a hacer fotos hace unos 7 años. Buscaba a un amigo o una amiga que me hiciera de modelo e intentábamos crear algo juntos. Los resultados eran como de alguien que acababa de empezar, pero disfrutamos mucho del proceso. En búsqueda de los espacios y atrezzo recorríamos pequeños pueblos de Siberia, las granjas, casas de campo… Por aquel entonces me enamoré de la pintura holandesa del Siglo de Oro y, cómo no!, buscábamos maneras de recrear las escenas de Vermeer en medio de Siberia. Creo que entonces me di cuenta de que en fotografía, si tienes un poco de ingenio y estás muy motivado, puedes llegar a hacer todo lo que quieras, estés donde estés, y tengas el presupuesto que tengas.
Es curioso y triste (leyendo los comentarios de algunos fotógrafos) que la falta de presupuesto puede convertirse en un verdadero obstáculo y principal barrera para uno que quiera empezar su camino en la Fotografía como Arte. Los backstages de sesiones de los fotógrafos top de éxito que vemos en las redes sociales (con animales exóticos en el plató, atrezo de diseño, un gran equipo de producción..) nos inspiran y desmotivan al mismo tiempo. Viendo estas costosas producciones, nos asustamos y creamos en nuestras cabezas la idea de fotografía Fine Art como algo inalcanzable, inaccesible, algo que requiere mucha inversión económica.

Creo que es un error. Para empezar, lo único que tenemos que invertir son nuestra energía y ganas de crear. Porque en realidad si abrimos los ojos veremos que estamos rodeados de objetos, miradas y texturas que están a nuestro alcance. Juntándolos, interconectando y combinando de maneras diferentes, moviendo las piezas como un puzzle, podemos contar mil historias distintas.
Hay que buscar formas, no excusas. Jugar, inventar. Lo único que se tiene que tomar en serio es la luz. Gracias a la luz la imagen cobra vida y es lo único que no se puede cambiar ni corregir (o es muy muy difícil) luego. Con el resto se puede jugar.
Fotografía: arte en la era de la tecnología digital
P. Cavanno, ¿Qué opinión te merece la intrumentalización de nuevos recursos y nuevas tecnologías en el arte en cuanto a la obtención de resultados tanto estéticos como conceptuales; el impacto social y mediático que puedan tener, por decirlo así?.
R. Alisa, Estoy a favor de cualquier avance tecnológico, desarrollo digital, nuevas tecnologías, siempre y cuando estos sean una herramienta más, una técnica o un medio de expresión artística. Una vez empiezan a sustituir al artista (inteligencia artificial, etc) a mí me da pena. No me puedo imaginar, renunciando voluntariamente a horas y horas del desarollo de la idea, de la búsqueda creativa. Renunciando a los errores y problemas que surgen de camino, a la frustración, decepción y a la alegría y satisfacción que vienen al final, cuando todo está en su lugar, terminado y hecho bien. Antes del resultado siempre hay un camino que recorrer. Renunciar al proceso para que un programa me de el resultado (por muy curioso que sea) en 25 segundos? Suena bien, pero yo paso. Siempre preferiré un cuadro con huellas del pintor dejadas por accidente, que un cuadro impecable dibujado por un robot.
P. Cavanno, ¿Cómo definirías el oficio, la manera de hacer y como lo relacionas conceptualmente con tus ideas en tus proyectos para la puesta en escena?.
R. Alisa, El oficio del fotógrafo es observar, estar atento, flexible e inquieto. Es buscar equilibrio en lo asimétrico, atracción en lo imperfecto y coherencia en el caos. Es llegar a la más absoluta perfección técnica para permitirse hacer una imagen borrosa; es dominar la luz con excelencia y tener derecho a apagarla.
Impacto de la fotografía en la actualidad
P. Cavanno, ¿Qué significa hacer fotografía en momento como el actual. En un mundo globalizado, dominado por la tecnología y con un incipiente cambio revolucionario como es la inteligencia artificial, los medios (en concreto los social media), la democratización y el acceso a la información. Por darte un ejemplo… como ves el hecho de que haya tanta presencia de artistas y fotógrafos con recursos al alcance de cualquiera; hoy tenemos un móvil de alta generación para hacer fotos y su divulgación en redes?. Crees que toda persona (como diría Joseph Boys) podría ser un potencial artista o fotógrafo a dia de hoy?
R. Alisa, Mañana puedo ir a comprar acuarelas, pero no creo que el resultado sea interesante, puedo comprar una pelota, pero dudo que me llamen invitando a participar en el siguiente Mundial. Creo que es una impresión falsa (o por lo menos exagerada) que cualquiera que compre una cámara relativamente buena se convierta de manera automática en un fotógrafo y al día siguiente ya empiece a quitarnos trabajo. Sé que hay quien piensa que hay que dar licencias para que uno se pueda comprar una fullframe. Yo no soy tan radical, recuerdo que todos venimos de allí: alguien hace una semana, alguien hace 40 años pero todos en algún momento estuvimos empezando, no sabíamos que era el diafragma o la velocidad y hacíamos mucha basura.
Nadie nace con una marca de “fotógrafo profesional” en la frente. Hay que dar oportunidades. Si alguien quiere que haya menos fotógrafos o este aspecto se controle de alguna manera, ¿no será porque tenga miedo a que alguien le supere?. Aquí cada uno se contestará a sí mismo.
El mundo (el mundo fotográfico incluido) se autolimpia. Y como el progreso es la consecuencia de la competencia, por mí, bienvenida sea. Otra cosa es, que estaría bien si se pudiera educar al espectador o al cliente para que entienda porque uno pide 80 euros y otro 800 euros por el mismo (aparentemente) trabajo. Pero esto ya es otra historia.
P. Cavanno, Continuando con la anterior pregunta y como complemento… ¿Qué piensas del rigor o la exigencia artística para definir a algo como obra de arte y consecuentemente su reconocimiento? ¿Crees, que es necesario fomentar más el pensamiento crítico y ser más contundentes, es decir, responsables a la hora de señalar algo como obra de arte o contenido valioso y significativo, críticamente hablando?
R. Alisa, En este tema creo que tenemos que preguntar y definir, quienes son los “jueces”. Hay espectadores, el público, que paga (o no paga) por la entrada, entra, ve lo que está en la pared y su criterio de evaluación. Al salir, será […] “me ha gustado” o “no me ha gustado”. En otro nivel están los críticos, los profesionales, que tienen conocimientos, experiencia suficientes y una visión general para poder opinar de forma más objetiva, detectando si algo tiene interés o es una repetición. Hay otro nivel, y es el juez más imparcial: el tiempo, la historia. Algo se queda, algo se olvida.
Los criterios de algunos son más subjetivos, los criterios de otros son más objetivos. Pero, personalmente, no creo que por esto alguien tenga más o menos voz, más o menos importancia. Creo que el único verdadero criterio en el arte es que este no deje indiferente. Si consigues captar la atención de una sola persona, si consigues despertar un recuerdo en ella, ya no ha sido en vano, ya ha merecido la pena gastar este papel para imprimir.

La única exigencia que acepto en el arte, es la autoexigencia. Y la considero necesaria.
La importancia de la fotografía en la historia
P. Cavanno, ¿En el terreno de lo social y político, cómo ves el hecho de que el arte tenga una actitud, presencia y respuesta política frente a temas como la inmigración, el racismo, la xenofobia, la guerra, la manipulación en la información o la censura?
R. Alisa, Sin duda alguna el arte funciona muy bien para revelar y describir nuestros traumas y enfermedades sociales. Admiro a los artistas que saben encontrar este lenguaje especial para hablar de los temas sensibles, sociales y políticos: lenguaje metafórico (para no caer en la banalidad), pero al mismo tiempo muy claro y concreto. Según mi propia experiencia, es muy muy difícil. Especialmente cuando tú mismo estás en el centro de los acontecimientos, y la situación se radicaliza y el conflicto crece día a día.
Ahora entiendo por qué, por ejemplo, la mejor literatura antimilitarista rara vez aparece durante las guerras, siempre años después. Para hablar de los traumas, de las lesiones que has sufrido en el momento de caer del 5 piso, para describir al médico que es lo que te duele, primero tienes que acabar de caer, aterrizar. No puedes estar describiendo al doctor el dolor que sientes, en el momento cuando alguien todavía te está cortando el cuello. Después de lo sucedido tiene que haber una pausa, un silencio, una reflexión. Por eso a mí, por ejemplo, por mucho que me duela personalmente y por mucho que participe como activista, de momento me resulta imposible encontrar una manera de reflejar en mi fotografía el tema de la invasión del ejército ruso en Ucrania. En el momento la tragedia se ve tan enorme, tan incomprensible, que parece que no hay grito que la describa. Ojalá este crimen prolongado termine pronto y podamos pensar en él en tiempo pasado. Y entonces, a lo mejor, seremos capaces de acercarnos y plasmar este tema en nuestro trabajo.
La función social de la fotografía
P. Cavanno, Se dice, que el Arte no tiene límites y no está al servicio de ningún régimen o discurso institucional… ¿Crees que el compromiso y la responsabilidad es un factor clave a hora de crear discursos o propuestas arriesgadas (Arte-Activismo) tanto en la creación como en el pensamiento?. Debería un artista valorar, las consecuencias y el impacto de su enunciado al momento de hacerlo visible?.
R. Alisa, El arte activista, es un arte urgente y cuando se crea, se crea para protestar, resistir, o parar algo. Hay un consejo dirigido a los escritores que dice “si puedes vivir sin escribir, no escribas”. Los artistas que unen su arte con el activismo (tenga la forma que tenga) lo hacen porque no pueden estar callados. Tiene que ser una necesidad. Cuando no es así, lo vemos como algo artificial y forzado. Por eso, para mí, el único criterio que puede haber aquí, es estar sincero y creer en lo que dices. Y evidentemente, si sueltas un mensaje que puede dañar, hay que ir con cuidado y ser conscientes de las consecuencias. Para acusar a alguien hay que tener pruebas irrefutables.
Al mismo tiempo personalmente no creo que el arte sea la mejor herramienta para acusar, culpar directamente, indicar con el dedo, sino es mucho más efectivo cuando se usa para preguntar, incomodar, hacer dudar, reflexionar. El impacto es más profundo cuando el espectador llega a la conclusión por su cuenta, que cuando la “respuesta correcta” se pone delante de él en un plato con tenedor y cuchillo, preparada para comerla. Hay que buscar formas, sugerir, guiar.

El arte activista, es un arte urgente y cuando se crea, se crea para protestar, resistir, o parar algo. Hay un consejo dirigido a los escritores que dice “si puedes vivir sin escribir, no escribas”.
Fotografía utilidad
P. Cavanno, Por último, la utilidad en el Arte. Siempre he creído en el factor terapéutico y transformador del mismo, por tanto hasta cierto punto se puede decir que es útil y funcional, pero no siempre es así, y hay obras que se aprecian y disfrutan desde lo puramente estético sin ninguna pretensión que sólo la de “agradar”.
R. Alisa, Es necesario hacer un arte que sea útil para estos tiempos, un arte que cuestione y nos posicione de maneras diferentes en la sociedad, que se repiense ¿cuál es la función del artista y de las instituciones culturales en esa sociedad?
Creo que si el arte agrada, gusta ya no es poco. Significa que hay un “receptor”, alguien que se ha conectado. Que le ha recordado algo, le alegra la vista, que si lo pone en la pared de su comedor este lugar se convierte en un espacio más acogedor. Hay libros de Sartre y Camus, libros de matemáticas superiores y hay libros de aventuras. Algunos hacen funcionar nuestro racio, nuestro cerebro, otros nos llenan de emociones y nos relajan. Agradar, gustar también es una función. Y posiblemente no tan superficial como puede parecer. Al fin y al cabo, según los clásicos, es la belleza la que puede salvar al mundo.
Muchísimas gracias por la entrevista y estos obras de arte ¡Es realmente increíble!
Gracias Alexa! en breve! exposición en línea de la misma artista…
Maravillosa Entrevista que muestra claramente la constante de la creatividad sobre todo
Bienvenida tu apreciación! y sí! la verdad que es un material visual de la artista de gran calidad estetica y conceptualmente hablando.
La verdad el trabajo y el conocimiento de arte de giovani me ha dejado flipando. Y la verdad es un genio.
Gracias Kharel! La artista es muy interesante y en la entrevista, sus puntos de vista son muy contundentes!.
un logro tecnico espectacular.
Dicen q cuando se invento la fotografiia la pintura como registro perdio su funccion, a su vez ahora buzcamos volver a lo q era la pintura en el sentido inverso.
Interesante tu observación!. La fotografia se muestra casi pictórica y ese creo es uno de los aciertos. Muchas Gracias Tony